por el Dr. J.T. Ross Jackson
J.T.Ross Hackson es el presidente fundador de Gaia Trust, una sociedad sin ánimo de lucro, que apoya a personas y proyectos dirigidos a orientar el planeta hacia la sostenibilidad.
Resumen programático
La crisis de asentamientos humanos supone un inmenso desafío, tanto para el Norte como para el Sur. Su solución requerirá poner en marcha acciones muy diversas, si queremos avanzar en mejorar la situación de los millones de personas afectadas. Las ideas que aquí presentamos, directamente inspiradas en la Agenda 21, son un intento más de aproximación no ortodoxa al complejo problema de cómo orientar el planeta hacia una sociedad de comunidades sostenibles.
La esencia de la propuesta es apoyar, con un presupuesto de 100 millones de dólares, la construcción de un número limitado de pequeñas comunidades sostenibles (de 50 a 2000 habitantes, también conocidas como ecohábitats o ecoaldeas), unas 50 en todo el globo, en diferentes tipos de hábitats, en ciudades, suburbios y zonas rurales, y en diferentes tipos de climas, en diferentes culturas, etc., partiendo de proyectos ya existentes, que hayan demostrado la voluntad y la capacidad de llevar a cabo el trabajo.
La idea clave es proporcionar modelos que puedan ser imitados. La no existencia actual de tales modelos ideales es una de las razones fundamentales que hacen muy lento el camino hacia la sostenibilidad.
De abajo arriba
El aspecto no ortodoxo es doble. En primer lugar, porque llevar a la práctica esta propuesta conlleva un importante esfuerzo por hacerlo de abajo arriba, y no de arriba abajo, como se venía haciendo tradicionalmente. La idea de partida es que los problemas son demasiado complejos y diversos como para ser solucionados desde una perspectiva tradicional de arriba abajo. Toda solución global debe tener en consideración las grandes diferencias entre el Norte y el Sur, entre el modo de vida urbano, suburbano y rural, y entre las diversas tradiciones culturales. Por ello, la filosofía de esta propuesta es partir de lo hecho por todas esas personas que, a lo largo y ancho del planeta, se están dedicando a poner en práctica, con sus propios y limitados recursos y con poca ayuda exterior, lo que los gobiernos acordaron en la cumbre de Río: construir asentamientos sostenibles que sirvan de modelos para toda la humanidad. Esto difiere radicalmente del pensamiento tradicional sobre financiación, que francamente hay que decir que no ha funcionado. Nosotros partimos de una situación inversa: contamos con un potencial excepcional y bastaría con asignar pequeñas cantidades de ayuda financiera a unos pocos grupos de personas con enorme dedicación para que, si el programa tiene éxito, se obtengan resultados que marquen una diferencia real a nivel mundial.
Agenda común Norte-Sur
El segundo aspecto no ortodoxo de nuestra propuesta consiste en que el movimiento de ecoaldeas sobre el que se asienta, es un movimiento verdaderamente global, que une Norte y Sur en una agenda común que atraviesa todas las diferencias culturales, raciales y religiosas. En este sentido, merece la pena destacar la afinidad existente entre todos aquellos que participan en la construcción de ecoaldeas, independientemente de su lugar de origen. Parece por tanto evidente el Surgimiento de una nueva visión global, una visión con la capacidad de cambiar el mundo.
Necesidad de ejemplos
Cada proyecto elegido ha de servir para mostrar a su manera qué soluciones da a los problemas que Surgen del vivir sosteniblemente, utilizando tecnologías apropiadas, materiales locales, conocimientos locales. Y quizá lo más importante: cada proyecto ha de proporcionar soluciones que sean accesibles a todo el mundo. En muchos casos las comunidades existen ya, y simplemente se han de hacer más completas en ciertos aspectos, en otros, se iniciarán comunidades completamente nuevas. En todos ellos, el objetivo es mostrar en la práctica ejemplos de vida sostenible, para que otros puedan aprender e imitar aquello que sea válido.
Iniciativa danesa
La iniciativa de esta propuesta viene de Dinamarca, país que ostenta una larga tradición de éxitos en experimentación social. El movimiento danés de cooperativas de viviendas, iniciado en los años 60 y 70, es un ejemplo de una forma innovadora de vivir en comunidad, que ha sido imitado en muchos otros países con gran éxito. Dinamarca fue uno de los primeros países en formar una asociación de comunidades sostenibles (en 1993) y es el centro de la red global de ecoaldeas.
Sobre este folleto
Los tres primeros trabajos son emotivas descripciones sobre el estado del planeta, subrayando el alcance de los problemas que deben ser abordados. En el siguiente se da una idea de lo que debería ser una ecoaldea para servir de modelo en el desarrollo de la agenda 21. Por último, se describe el movimiento global de ecoaldeas y se presenta la propuesta de Gaia trust/Gen con la que responder a la crisis global.